El propósito de este post es
sensibilizar o mejor desensibilizar a aquellos amigos del área de la Seguridad y Salud en el Trabajo en quienes
en los cursos y talleres siempre percibo una gran ansiedad por el dominio de
las metodologías ergonómicas, que si bien son muy importantes conocerlas
profundamente para aplicarlas y obtener resultados precisos en la determinación
de indicadores de peligro en un puesto de trabajo dadas las exigencias de este
hacia el trabajador, veo que nos desgastamos demasiado en obtener cifras o
valores que no trascienden o cifras que quien te contrata no comprende y
dejamos de lado en análisis y comprensión del trabajo en sí, así como también
olvidamos algunas veces la percepción
del trabajador en su tarea y en las posibles soluciones.
Generalmente al encontrarnos con
una actividad de alta exigencia física para los trabajadores suele pasar que
centramos allí nuestra atención hacemos una “hipótesis” y es en ese momento
cuando nos vamos a procedimientos rápidos de análisis y evaluación de las
condiciones de trabajo, erróneamente denominados ergonómicos por algunos
autores, que para algunos autores como Maurice Montmollin, no son métodos de
análisis, sino procedimientos útiles y rápidos que nunca deben reemplazar el
análisis del trabajo.
Con todo lo anterior quiero motivarles
a explorar más allá de lo visible e ir al análisis detallado del trabajo les
aseguro encontraran muchos detalles que alimentaran intervención ergonómica y
te permitirán diagnosticar situaciones y condiciones que amplíen o cambien tu
hipótesis inicial, es en este momento cuando has confirmado tu hipótesis al respecto de las principales problemáticas de un puesto de trabajo cuando puedes elegir cual o cuales metodologías ergonómicas es la pertinente para la situacion que estas analizando.
En los siguientes post te
brindare mayores detalles.
Por:
T.O. Diana Romero.
Terapeuta Ocupacional
Especialista en Ergonomía
